Traducción:
Del Imam ‘Alî (P): Se presentó una mujer ante la veraz Fátima Az-Zahrâ’ (P), y dijo: “Tengo una madre débil, y se le ha presentado una duda en algo relacionado a sus oraciones, y me ha enviado hacia ti para que te pregunte”. Fátima (P) le respondió eso. Luego hizo otra pregunta y le respondió, luego hizo una tercera pregunta y le respondió, hasta que llegó a la décima pregunta y le respondió. Luego (la mujer) se avergonzó por la cantidad de las preguntas y le dijo: “No te voy a abrumar (más) ¡oh hija del Mensajero de Dios!”. Dijo Fátima (P): “Continúa y pregunta lo que quieras. ¿Cómo ves a aquel que es contratado un día para subir hasta una azotea un objeto pesado siendo su remuneración cien mil dinars? ¿acaso le parecerá pesado?”. La mujer dijo: “No”. Dijo: “Por cada cuestión se me remunera en perlas, con más que lo que llena lo que hay entre la Tierra y el Trono Divino, por lo que, lo más propio es que ello no me pese. Escuché a mi padre (BP) decir: “Por cierto que los sabios de nuestros seguidores serán congregados (en el día de la Resurrección) e investidos de las vestiduras de las noblezas en la medida de la profusión de sus conocimientos y su esfuerzo en encaminar a los siervos de Dios, hasta que cada uno llegué a tener un millón de vestiduras de luz. Luego el invocador de nuestro Señor, Majestuoso e Imponente, exclamará: “¡Oh encargados de los huérfanos de la familia de Muhammad, que les reconfortaron al verse separados de sus padres, los cuales son sus Imames; éstos son vuestros discípulos y los huérfanos de quienes os hicisteis cargo y reconfortasteis; investidles (tal como le habéis investidos) con la prenda del conocimiento en la vida mundanal”! Así, investirán a cada uno de esos huérfanos en la medida de los conocimientos que tomaron de ellos. Incluso entre éstos –es decir los huérfanos- habrá quien sea investido con cien mil de esas vestiduras, y asimismo estos huérfanos investirán a quienes aprendieron de ellos. Luego Dios, Glorificado Sea, dirá: “¡Reponedles a estos sabios que se hicieron cargo de los huérfanos hasta que se complete (el número de) las vestiduras que habían adquirido (primeramente) y duplicádselas!”. De esa manera, tendrán lo que tenían antes de haber investido (a otros) e incluso se les duplicará. Asimismo, sucederá con quienes se encuentren en su nivel entre aquellos que fueron investidos basándose en su nivel”. Dijo Fátima (P): “¡Oh sierva de Dios! Por cierto que un solo hilo de esas vestiduras es mejor que todo aquello para lo cual sale el sol un millón de veces, e incluso en esto (último) no hay (tal) distinción puesto que (lo mundano) se encuentra mezclado con lo que es sombrío y turbio”.[I]