Traducción:
Del Imam Ar-Ridâ (P): Por cierto, que un hombre de entre los hijos de Israel mató a un pariente suyo, luego lo tomó y lo arrojó en el camino de la mejor de las tribus de los hijos de Israel; tras ello llegó para requerir el precio de sangre, y le dijeron a Moisés (P): “En verdad que tal tribu mató a fulano, infórmanos de quien fue el que lo mató”. Dijo: “Traedme una vaca: «Dijeron: “¡¿Acaso te burlas de nosotros?!”. Dijo: “¡Me refugio en Dios de contarme entre los ignorantes!” » (Al-Baqarah; 2: 67). Y si ellos hubieran procurado cualquier vaca eso les hubiera bastado, pero actuaron con dureza por lo que Dios fue duro con ellos; «Dijeron: “Invoca a tu Señor de nuestra parte, que nos aclare cómo ha de ser ella”. Dijo: “Por cierto que Él dice que ha de ser una vaca ni vieja, ni joven» -esto es, ni chica ni grande- «sino de una edad intermedia entre ello». Y si ellos hubieran procurado cualquier vaca eso les hubiera bastado, pero actuaron con dureza por lo que Dios fue duro con ellos, «Dijeron: “Invoca a tu Señor de nuestra parte, que nos aclare de qué color ha de ser”. Dijo: “Por cierto que Él dice que ha de ser una vaca de color jalde, de un amarillo intenso, que alegre a los observatories” ». Y si ellos hubieran procurado cualquier vaca eso les hubiera bastado, pero actuaron con dureza, por lo que Dios fue duro con ellos, «Dijeron: “Invoca a tu Señor de nuestra parte, que nos aclare cómo ha de ser ella, puesto que las vacas se nos tornan confusas, y nosotros, si Dios quiere, ciertamente que estaremos bien encaminados” * Dijo: “Por cierto que Él dice que ha de ser una vaca que no haya sido amansada en arar la tierra, ni en el riego del cultivo; sin defecto, ni mancha”. Dijeron: “¡Ahora has traído la verdad!” ». Así, fueron a buscarla y la encontraron junto a un joven de los hijos de Israel. El joven dijo: “No la venderé sino por todo su cuero relleno de oro”. Entonces fueron a ver a Moisés (P) y le informaron ello. Entonces les dijo: “¡Compradla!”, por lo que la compraron y la trajeron junto a él. Entonces él ordenó que la sacrificaran, luego ordenó que se golpeara al muerto con la cola de la misma. Cuando hicieron así el muerto resucitó y dijo: “¡Oh Mensajero de Dios! Por cierto que fue mi primo el que me mató y no aquel a quien se le atribuye haberme asesinado”, y de esa manera supieron quién era el asesino. Entonces dijo el Mensajero de Dios, Moisés Ibn ‘Imrân (P) a uno de sus compañeros: “Esta vaca tiene una anécdota”. Preguntó: “¿Y cuál es?”. Dijo: “Un joven de los hijos de Israel que sera benevolente con su padre había comprado un becerro, y fue donde su padre y vio que los cabestros (que se atan al cuello del animal) se encontraban bajo su cabeza y no quiso despertarle, por lo que renunció a esa transacción. Cuando su padre se despertó le informó de ello, a lo que le dijo: “¡Actuaste muy bien! Toma esta vaca a cambio de lo que te perdiste”. Dijo: Entonces dijo el Mensajero de Dios, Moisés Ibn ‘Imrân (P): “¡Observad hasta dónde hace llegar la benevolencia a su gente!”.[I]
Fuente
Mizan al-Hikmah; Parte El Conocimiento y la Sabiduría
[I] ‘Uiûn Ajbâr Ar-Ridâ (P), t.2, p.13, h.31; Tafsîr Al- ‘Aîiâshî, t.1, p.46, h.57, y en éste dice “Entonces le dijo al Mensajero de Dios, Moisés Ibn ‘Imrân (P) uno de sus compañeros” en lugar de “Entonces dijo el Mensajero de Dios, Moisés Ibn ‘Imrân (P) a uno de sus compañeros”, y ambos transmitidos por Ahmad Ibn Muhammad Abû Nasr Al-Badzantî.