Traducción:
De Jesús (P): Con verdad os digo: Por cierto, que el peor de la gente es un sabio que prefiere su vida mundanal por sobre su conocimiento, la aprecia, la procura y se esfuerza por la misma, de forma que hasta si puede dejar confundida a la gente, lo hace. ¿Y en qué beneficia al ciego la amplitud de la luz del sol, si es que no puede verla? Asimismo, no beneficia al sabio su conocimiento si es que él no actúa según el mismo.
¡Cuántos son los frutos de los árboles, siendo que no todos benefician y pueden consumirse! ¡Cuántos son los sabios y no todos se benefician de lo que aprendieron! ¡Qué extensa es la tierra, pero no toda es habitable! ¡Cuántos son los que pronuncian palabras, pero no todas sus palabras son creíbles! Así pues, resguardaos de los sabios mentirosos, que visten ropas de lana, marchan con la cabeza gacha hacia el suelo, embelleciendo con ello las faltas, fijando la vista por debajo de sus cejas, así como fijan la vista los lobos, y sus palabras contradicen sus acciones.
¿Acaso es posible recoger uvas de la zarza? ¿O higos de la coloquíntida? Asimismo, las palabras del sabio mentiroso no tienen más efecto que lo falso, y no todo el que habla es de creer...
¡Pobre de vosotros! ¡Oh sabios del mal! No os digáis a vosotros mismos que se retrasará vuestra hora, por el hecho de que todavía la muerte no ha descendido sobre vosotros, puesto que es como si ya os hubiera sobrevenido y ya os hubiera llevado. A partir de ahora mismo disponed el llamado (de la muerte) en vuestros oídos. A partir de ahora mismo lamentaos por vosotros mismos. A partir de ahora mismo llorad por vuestras faltas. A partir de ahora mismo alistaos, aprestad vuestras provisiones y apresuraos a volveros arrepentidos hacia vuestro Seńor...
¡Ay de vosotros! ¡Oh sabios malvados! ¿Acaso no estabais muertos y os dio la vida? ¿Y cuándo os la dio moristeis?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no erais incultos y Dios os instruyó? ¿Y cuándo os instruyó olvidasteis?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no erais viles y Dios os volvió entendidos? ¿Y cuándo os volvisteis entendidos actuasteis con ignorancia?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no estabais extraviados y os encaminó? ¿Y cuándo os encaminó os extraviasteis?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no estabais ciegos y os hizo videntes? ¿Y cuándo os hizo videntes os enceguecisteis?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no estabais sordos y os hizo escuchar? ¿Y cuándo os hizo escuchar os ensordecisteis?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no estabais mudos y os hizo hablar? ¿Y cuándo os hizo hablar enmudecisteis?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no requeristeis desahogo? ¿Y cuándo se os confirió el desahogo volvisteis sobre vuestros pasos?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no estabais humillados y os confirió grandeza? ¿Y cuándo os engrandeció, sojuzgasteis, transgredisteis y desobedecisteis?
¡Ay de vosotros! ¿Acaso no estabais oprimidos en la tierra, temiendo que la gente os despojara y os auxilió y afianzó? ¿Y cuándo os auxilió os ensoberbecisteis y fuisteis arrogantes?
¡Ay de vosotros! Por la humillación del Día de la Resurrección, ¡cómo se os despreciará y se os desacreditará! ¡Ay de vosotros, oh sabios del mal! ¡Vosotros actuáis como los escépticos, y en vuestras expectativas tenéis las esperanzas de los herederos (de los profetas) y la confianza de los fieles! Pero la voluntad de Dios no es como vosotros lo deseáis, ni como lo preferís, sino que nacéis para morir, construís y edificáis para que al final ello sea destruido, y obtenéis ganancias para los herederos![I]