Sobre la desdicha de Fátima (P)
Traducción:
Del Imam Alí (P):
“¡La Paz sea contigo, Mensajero de Al-lah, de mi parte y de parte de tu hija que reside (ahora) a tu lado, la pronta en seguirte (al más allá)! ¡Cuán escasa es mi paciencia, Mensajero de Al-lah, por estar separado de ti, y por ello se debilita mi fortaleza! Empero en el desconsuelo, debido a tu tremenda separación y abrumadora desdicha (para mí), tengo una parte de consuelo: Porque te he hecho reposar en la fosa de tu tumba (al sepultarlo), y tu alma se elevó entre mi garganta y mi pecho (al fallecer). Por cierto que somos de Al-lah y en verdad hacia Él retornamos (2:156) Así pues, se ha devuelto la encomienda (el alma) y fue retomada la prenda, empero mi desconsuelo es perdurable, y mi noche es de insomnio hasta que Al-lah elija para mí la residencia donde tú te encuentras habitando. Y tu hija te informará sobre la colaboración de tu comunidad en destruirse, extrema entonces en preguntarle y pídele que te informe sobre la situación. En fin, y el tiempo no se prorroga ni el recuerdo de ti cesa. Y la Paz sea con vosotros dos, un saludo de quien se despide, no de quien abandona (vuestro recuerdo), ni de quien está hastiado. Si me voy no es por hartazgo, y si permanezco no es por tener mala opinión sobre lo que Al-lah promete a los pacientes”.
“¡La Paz sea contigo, Mensajero de Al-lah, de mi parte y de parte de tu hija que reside (ahora) a tu lado, la pronta en seguirte (al más allá)! ¡Cuán escasa es mi paciencia, Mensajero de Al-lah, por estar separado de ti, y por ello se debilita mi fortaleza! Empero en el desconsuelo, debido a tu tremenda separación y abrumadora desdicha (para mí), tengo una parte de consuelo: Porque te he hecho reposar en la fosa de tu tumba (al sepultarlo), y tu alma se elevó entre mi garganta y mi pecho (al fallecer). Por cierto que somos de Al-lah y en verdad hacia Él retornamos (2:156) Así pues, se ha devuelto la encomienda (el alma) y fue retomada la prenda, empero mi desconsuelo es perdurable, y mi noche es de insomnio hasta que Al-lah elija para mí la residencia donde tú te encuentras habitando. Y tu hija te informará sobre la colaboración de tu comunidad en destruirse, extrema entonces en preguntarle y pídele que te informe sobre la situación. En fin, y el tiempo no se prorroga ni el recuerdo de ti cesa. Y la Paz sea con vosotros dos, un saludo de quien se despide, no de quien abandona (vuestro recuerdo), ni de quien está hastiado. Si me voy no es por hartazgo, y si permanezco no es por tener mala opinión sobre lo que Al-lah promete a los pacientes”.
Fuente
Nahy Al-Balâgah: Discurso 202